martes, 7 de febrero de 2017

Carta a mi yo del pasado.


Querida yo, tú, nosotras, pequeña: 
He querido escribirte esta carta porque hacía tiempo que no me acordaba de ti, y no quiero que te olvides de mí. Quizá estarías impaciente por terminar esta carta, pero por los días de ventaja he de decirte que hemos aprendido a ser pacientes, ya no buscamos el final con la misma intriga, ahora nos sentamos a disfrutar del viaje, y se ha convertido en uno de nuestros mayores placeres. 
Vive el presente, disfruta cada momento, no sabes todo lo que te espera, y ojalá sepas sumergirte en los instantes. Bailale a la mañana, aunque prefieras acurrucarte entre las sábanas. Bailale a la tarde, a pesar del posible examen. Y no te olvides de bailarle a la noche, a pesar de las ojeras. No dejes de sonreír, con el tiempo te irás dando cuenta de lo preciosa que eres sonriendo, y olvídate de la estética, a día de hoy no hablo en ese sentido. Quiérete, no cometas el error de no gustarte, ríete de la moda, vístete diferente, no cambies eso, porque aún no lo hemos hecho y esto te llevará a enfrentarte muchísimas veces a la siguiente pregunta: "¿Entonces, cuál es tu estilo?" Responderás: "Gótico." No hace falta decirte que no les gustará tu respuesta, a la gente le asusta aquello que desconoce. Ahora puedo decir que tu estilo era el clásico romántico, pues aún corre la tinta de Poe, Goethe, Byron, Shelley o Bécquer entre venas. Aún portas en la mirada la nostalgia de paraísos perdidos, tienes lo revolucionario y no hablarte de la cantidad de obras que empezarás y dejarás como imperfectas e inacabadas. 
Por cierto, que no me he presentado, estoy en 2017, sé que no te gusta la política, pero a temprana edad empezará a atraerte, tal vez te rebatan tus inexpertos argumentos alguna que otra vez, y esto te despierte el afán de estar continuamente al día, tendrás ideas estupendas, y llegarás lejos, créeme que lo haremos. Conocerás conceptos que jamás creíste que te interesaría oír, y no sólo los conocerás, los sentirás. A día de hoy el mundo no parece avanzar más de lo que lo estaba haciendo, verás, parece que algunos colectivos un tanto extremistas están llegando al poder, uno te molestará bastante, es rubio y donde debería estar la lengua tiene una víbora. A esto se le suman una gran cantidad de acontecimientos que irás viendo; no te asustes, y si lo haces, que a fin de cuentas sé que lo harás, y te sorprenderá encontrarte con tanto mal de golpe, no lo tomes tan a pecho, eres sensible, tal vez demasiado. No escribas esa carta en son de paz y qué harías si desaparecieses del mundo, pues la he perdido; en vez de eso ríete alto, estírate, asómate a la ventana, lee algún artículo, y nunca dejes de aprender, que esa ansiedad de conocimiento esté siempre contigo. 
Intenta no preocuparte tanto, créeme, de alguna forma u otra acabamos saliendo de todas, no merece la pena dedicarle insomnios a ese examen. Ni a esa pelea. Tampoco a ese chico. No, a cómo te vas a vestir mañana tampoco. Mucho menos a tu físico. Eres preciosa, entérate. 
Valora a esa amiga a la que tantas excusas le pones porque prefieres quedarte en casa, no sabes cuánta paciencia tiene contigo, y no sabes cuántas veces llorarás a su lado, estará ahí en algunos malos ratos, y tú no dudarás en estar para ella, han pasado muchísimos años, quién te lo diría, te vas a reír muchísimo, créeme, vuestra amistad sólo acaba de empezar. Oh, y no sé si será destino, o casualidad, pero hay un chico que conoces que jamás creerías que te tocaría el corazón cual está haciendo ahora, no te haces a la idea, porque lo verás muchas veces, dentro de un tiempo crearéis una bonita amistad, y lo que ocurrirá después te dejará sin palabras. Si sientes algo, suéltalo, no cometas el fallo de acallar lo que sientes, te puede someter a ciertos arrepentimientos, y si gustas de mi completa sinceridad, nos hemos arrepentido más de no haber hecho que de aquello que hicimos, a pesar de salir mal.
Nada de tristezas, ni líos, y aún así te diré; si deseas llorar, llora. Si quieres patalear, patalea. Lo vas a hacer de todos modos, ocultar tu sentir nunca ha sido tu fuerte, eres demasiado espontánea. Lo dejaré caer, no merecerá la pena, aunque en ese momento creas que la vida te pueda ir en ello, no es así, por no decirte que hay problemas que crearás tú sola, y algunos los olvidarás al día siguiente, de todas formas tu pasión por la vida te llevará a querer experimentar el dolor. E incluso de este disfrutarás. No es una mala faceta, pero no busques allá donde no hay. 
Vive, haz que vivan, y deja vivir.
Recuerda siempre que puedes con todo, no importa lo que oigas, pues oirás de todo. Sigue esforzándote, aunque creas que estás echando a perder tu tiempo, todo tiene su recompensa, y te lo digo desde el punto de vista de mi voraz deseo de querer abrazarte aquí y ahora por todo aquello que diste en su momento para que ahora estemos aquí. 
Por cierto, no pierdas esa tenacidad, no sabes cuánto has hecho con ella, y a pesar de lo que puedan decirte los profesores, o esos compañeros que te han tocado en clase, o quien sea; sigue creyendo en la fantasía, bebe de ella como si nunca saciase; ésta siempre sabrá relamernos las heridas, y tú bien sabes que hay mucho más detrás de todos esos cuentos.
Sonará horrible, pero el amor de tu vida no existe, dentro de poco llegarás a la conclusión de que el amor no es tiempo, sino sensaciones e intensidad, y todo en lo que crees se desvanecerá en un sólo instante. Quédate con quien te estudie a detalle, con el que te escuche, no sé si lo sepas pues tú siempre has sido muy de dejarte llevar por las palabras, pero hemos conocido a alguien que afirmará tu decisión de los hechos, a él no le importa a qué hora del día digas algo, si no has terminado de decirlo o lo has dejado incompleto se acordará de preguntarte, además, recuerda todo lo que digo, es increíble, y precioso. Te gustará. Qué digo gustar; te encantará. Me atrevo a decirte que te enamorarás. Es más, te lo digo.
No dejes de escribir, escribe todo lo que puedas, eres toda una artista, ojalá me pudieses dar un poco de tu arte: éste irá cambiando, tendrá días nefastos, y otros querrá apoderarse de todos tus sentidos. Consiéntelo.
Pasa más tiempo con quienes te quieren, con los abuelos, tal vez, de cierta formas nunca supimos cuáles eran sus fechas de ida. Ojalá pedir que te bajen a casa de los abuelos una vez más. Hazlo, por favor.
Besa a mamá y papá, diles que los quieres, diles que los amas siempre que puedas. A día de hoy seguimos haciéndolo, y no sabes la suerte que tenemos de tenerlos ahí, la suerte de que sean ellos. 
Conocerás unos pequeños aparatos a través de los cuáles podrás comunicarte, por no hablarte de Internet, ten cuidado, aunque papá te lo dirá muchas veces, y mamá te lo repetirá otras tantas más, a pesar de esto, conocerás a gente genial con la que compartirás cosas increíbles, puede que alguna vez encuentres el amor, quizá te suene a risa, pero vas a caer en las redes de igual forma; y nunca mejor dicho, en las redes. 
Que no te asuste el instituto, ni el bachillerato, son puertas a nuevos estados propios, te harán crecer como persona, y no hablo del sistema educativo, dentro de muy poco te darás cuenta de la estafa de la educación y levantarás la voz contra esta también; hablo de las personas, de los profesores, no sabes la suerte que tienes, y sentirás de todo con cada una de ellas; disfrútalo, de verdad, disfrútalo. Que no se te olvide nunca comerte la manzana cerca de tus amigos, ofréceles, te dirán que no porque prefieren galletas y tú habrás optado por cuidar tu salud, pero muchas veces te darás un capricho, y bueno, habrá días que hasta te excederás, ni te preocupes, es lo más normal.


Aún nos cuesta decir que no, es otra de nuestra malas manías. No te voy a decir que la cambies, pero por favor, si no te gusta ese pantalón que vas a ir a comprar con papá, no digas que sí o mires a papá con preocupación porque realmente no te gusta y no sabes cómo decírselo al vendedor; esa situación es absurda, sólo dí que no.
Sé libre, no pierdas esa libertad tan tuya, tan nuestra, tan mía. Que nadie te robe la independencia, que no tengas que dar muchas explicaciones y que el miedo jamás te frene; asústate. Asústate mucho. Arriésgate siempre que puedas, date a los impulsos, acude a esa manifestación, grita fuerte, el día de mañana no tendrás voz, o sí, pero fingirás que no para no hablar en clase. Qué astuta; no pierdas eso. 
Sigue tus instintos, siempre se nos ha dado bien eso, pero a veces dudarás. Ni lo dudes, sólo síguelos, nos han llevado a terrenos con una vista preciosa, como éste, en el que te estoy escribiendo y te veo caminando hacia mí y se me está dibujando una sonrisa de estúpida que no puedo con ella. Te espero aquí pequeña, te habrán dicho que no hables con extraños, pero sé que siempre me andas buscando, así que no dudes en que estaré preparada para darte la mano.

Te quiere, L.

4 comentarios: