viernes, 9 de diciembre de 2016

No, no estoy en contra de la ciencia. De hecho, todo lo contrario. ¿Pero qué planeamos intentando viajar a otros planetas, invirtiendo en ello una cantidad excesiva? Que está bien, lo repito, pero... a ver si así me explico mejor: La tierra se está muriendo. Buscamos cosas fuera cuando tenemos todo lo que necesitamos dentro, y más aún, mucho más. No son sólo los árboles, es el oxígeno, la vida. No son las aceras, debajo está la tierra. No son las farolas, son las estrellas. No es la persona que causa emociones, son sus sentimientos. No eres tú que lees esto, es tu vida interior, capaz de cambiar las cosas, el mundo. Tú, capaz de crear, dar vida, o destruir. Tú, que hiciste arte, que dibujas, que tal vez tocas algún instrumento, que has tocado un corazón, que has regalado alguna sonrisa y más de una vez una emoción, que escribes, o lees, o simplemente escuchas. Tú, que eres increíblemente capaz de hacer cualquier cosa, estás aquí, y esto es lo que tenemos. Esto es todo. Así que, si estamos aquí, si hemos sido capaces de sentir los latidos de la naturaleza en cualquier rincón de este mundo, ¿qué más buscamos ahí fuera? Empecemos por arreglarnos, pues por encima de cualquier descubrimiento está el empezar de cero y bien.

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